Es muy difícil elegir a mi personaje favorito, pero si tuviera que escoger, definitivamente no sería solo una persona sino un grupo muy especial para mí. Y no solo es el gusto por su música, es mucho más. Es una historia que me envuelve y me llena de recuerdos. Me transporta a una época mágica, donde las preocupaciones eran escasas. Yo era tan solo un niño y mi hermano, que me duplicaba la edad, tenía que marcharse de casa. Antes de irse, me dejo algunas cosas: entre ellas un casette de “The Doors”.
Los años sesenta era una época marcada por la guerra de Vietnam, el movimiento hippie y las experiencias de los jóvenes con las drogas. En ese contexto es que se forma la banda de rock The Doors. Jim Morrison y Ray Manzarek fueron los que confabularon para empezar ese nuevo proyecto musical. Luego, en 1966 junto a los que completarían el grupo, Robby Krieger y John Densmore, graban su primer álbum en tan solo dos días. La historia de The Doors contiene muchos incidentes, a pesar de ello lanzan álbumes cada año hasta 1971.
Mi hermano era un completo fanático de The Doors. Él Siempre los escuchaba y además trataba de imitar a Jim Morrison. Recuerdo cuando se dejó crecer el cabello, cuando juntaba plata para comprarse sus pantalones de cuero, sus poses, su modo de hablar, siempre buscando un parecido al “rey lagarto”. Para mí era divertidísimo. Escuchábamos juntos temas como: People Strange, Light my fire, love me two times, love her madly o break on through. No entendía mucho las canciones, pero mi hermano se deleitaba y yo simplemente me sentía feliz por tener con quien pasar esos buenos momentos.
Jim Morrison era un personaje muy controvertido. En un principio era considerado un sex symbol, pero poco a poco fue pasando a ser la representación de la anarquía. La experiencia con las drogas marco su vida y no pudo salir de ellas hasta su muerte. Tuvo problemas con la justicia norteamericana, con la prensa y hasta con su propio grupo que ya no soportaba sus excentricidades. Una muestra de ello fue un concierto en Miami, Florida en 1969 donde Morrison interrumpio la canción “five To one” para empezar con un discurso al publico que termino diciendo: “¡cualquier cosa que quieran hacer! ¡haganlo! ¡haganlo! ¡haganlo! ¡haganlo!”.
Aunque veo a mi hermano todas las semanas, lo extraño mucho ¡No es lo mismo tenerlo en casa! Pero existen muchas maneras de recordarlo. En estos instantes, donde pretendo terminar este post, tengo sonando en mi radio “Touch me”, esta de más decir a quien pertenece esta canción y también decir en quien estoy pensando.
Tengo que aprenderme fielmente las letras de The Doors antes del 18 de abril, día en que el mítico grupo se presentará en Lima-Perú. No estará el baterista John Densmore, ni mucho menos Jim Morrison que murió el 3 de julio de 1971. Sin embargo, Mi hermano y yo estaremos presentes. Él deleitándose como siempre y yo feliz de estar a su lado.
jueves, 3 de abril de 2008
Las puertas del recuerdo
"If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to man as it is: infinite." William Blake
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2 comentarios:
Bueno a veces la nostalgia me carcome es mostro recordar aquellas cosas que nos susurraron felicidad y que aun pueden seguir vivas...ese video me ha gustado harto.
Se entiende...esta bien en ese sentido.
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